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domingo, 1 de enero de 2012

CONTEXTO GENERAL DEL PECP


 CONTEXTO GENERAL DEL PECP (programa de estudios en centros penitenciarios)
La entrada de la educación superior en las prisiones en España se justificó legalmente con el mandato que la Constitución democrática promovió al garantizar el acceso a este derecho -sin distinguir la situación penal en la que se encontraran- a todos los españoles que cumplieran los requisitos académicos exigidos. Sin embargo, la aplicación de esta disposición en las prisiones hay que examinarla igualmente
atendiendo a otros aspectos que transforman lo que, en sentido general, supone la educación formal fuera de este ámbito.

La "reinserción" y la "ocupación valorada del tiempo" son dos de los aspectos que con más claridad orientan los objetivos de los sistemas educativos en la prisión. A través de ellos, la institución y la pena legitiman asimismo su función social (Foucault 1976). El control de la vida cotidiana del preso o la evaluación de su situación penal también son observados a través de su capacidad de participación o superación de las pruebas realizadas por el sistema educativo.

Esta transformación de la educación en medio o herramienta de recuperación social del preso tiene claras implicaciones en el PECP. La imagen de las instituciones facilitadoras de la acción (prisión y universidad), de los mediadores que participan (tutores,
profesores y responsables de formación de las prisiones) y de los propios alumnos emerge positivamente reforzada a través de la participación en el PECP. La prisión legitima socialmente su función, la universidad ejerce una tarea de apoyo social muy
valorada y extraña a las propuestas que habitualmente se le solicitan, los mediadores  más cerca de la nueva imagen de voluntariado social o de la acción moral ante la desigualdad que de la tarea profesional-se justifican emocionalmente con los resultados positivos y, para los alumnos, la participación se convierte en algunos casos en la tabla de salvación para salir de la situación en la que se encuentran.

Si ésta es una situación que se alimenta básicamente de la práctica y la orientación ideológica de los creadores y participantes en el sistema, formalmente, el PECP se regula a través del convenio firmado entre el Organismo Autónomo de Trabajo y Prestaciones Penitenciarias, la UNED y otras instituciones del Estado. En él, se definen los principios básicos de la acción y se concretan las funciones de cada una de las
instituciones.
En síntesis, la UNED se ocupa de todas las cuestiones académicas del PECP e Instituciones Penitenciarias establece la forma en que se ha de llevar a cabo el PECP dentro de las prisiones. A la hora de valorar las posiciones que ocupa cada institución en la intervención, no podemos olvidar nunca las características del espacio en el que se realiza el trabajo. La realidad de la prisión impone un contexto de seguridad, control de la comunicación y estrictas normas de funcionamiento interno sobre cualquier
 consideración académica. Quien tiene la responsabilidad de la vigilancia es quien impone siempre las normas de la intervención. Es decir, como en otros contextos, la actuación se ha de adaptar al espacio y no al contrario.

Específicamente, la acción de la UNED se concreta con el cumplimiento de las siguientes responsabilidades ofreciendo:
·         Sistema de orientación, información y matriculación.
·         Material didáctico básico de las carreras universitarias y del Curso de Acceso Directo.
·         Tutorías semanales en los centros penitenciarios prioritarios de algunas asignaturas del Curso de Acceso y de las que se determinen en las principales carreras.
·         Apoyo del centro asociado de la UNED más próximo para los alumnos en régimen abierto y en libertad condicional.
·         Programa radiofónico general.
El compromiso de la UNED se extiende a toda su oferta educativa aunque siempre se deja claro en el convenio que las limitaciones respecto a la movilidad de los alumnos para realizar prácticas, las condiciones de distribución de materiales, exámenes, etc., dependen directamente de los responsables de Instituciones Penitenciarias-.
Cuando cumplen con los requisitos académicos, la financiación de la participación del alumnado en el PECP es completa. No obstante, también hay alumnos que, cuando no superan estos requisitos, se financian ellos mismos sus estudios.
Por otro lado, al establecer el mismo nivel de exigencia en la realización y superación de las pruebas de este alumnado respecto al general de la UNED, se les garantiza un trato igualitario (eliminando el rastro de la discriminación positiva) e, indirectamente, equiparando realmente el título obtenido.
Ahora bien, aunque las condiciones académicas de facto son las mismas que para el resto de los alumnos, hay dos requisitos clave que condicionan su participación (cuando es de forma gratuita) en el PECP: la realización de la prueba de Preacceso, específica del espacio penitenciario, y la obligación de presentarse al menos a una convocatoria en cada curso. La primera, es un filtro para aquellos internos que intentan participar en el PECP orientados sólo por los posibles beneficios económicos o penitenciarios. Al
no conseguir superar la prueba quedan excluidos de la financiación o la beca (lo que en la práctica les expulsa del PECP). La segunda condición se convierte en un rechazo de los que creen que no están preparados para aprobar. Es decir, en el caso de que la prisión en la que se hallan internos no celebre  exámenes y tenga que trasladarse a otra para realizar el examen, el acto del traslado es tan penoso que supone el abandono de los indecisos.

Por lo que se refiere a su aplicación cotidiana, los centros penitenciarios, como sistemas sociales prácticamente autónomos, representan un papel central en el PECP. De ellos dependen todas las cuestiones que regulan las condiciones en las que los alumnos estudian. Como es lógico, bajo su responsabilidad exclusiva se halla el control de todas las formas de comunicación entre los alumnos y la UNED, la regulación de todo lo referente al uso del espacio del estudio, el tiempo y los medios de que
dispone el alumnado en cada prisión.
La relevancia de las características específicas y el grado de implicación del centro penitenciario en el PECP es tan importante que, sin duda, es el eje principal sobre el que gira la aplicación del PECP. En lo que se refiere a la orientación y dirección educativa interna propias, los centros penitenciarios regulan las condiciones más con la práctica y con relaciones informales entre alumnos y funcionarios que con los sistemas formalmente establecidos. De nuevo, la educación se convierte, en algunos casos, en moneda de cambio en la relaciones entre presos y funcionarios.
Para finalizar este apartado, compararemos los medios que ofrece el modelo de educación a distancia de la UNED a sus alumnos en general, respecto de la situación habitual en la que muchos alumnos del PECP se encuentran. Aunque académicamente son valorados de la misma forma que el resto, existen claras desventajas en cuanto al uso de los medios habituales de la UNED para los segundos. En realidad, el contexto de la prisión dificulta claramente el normal desarrollo del modelo UNED general.

En concreto, las diferencias se manifiestan en las siguientes cuestiones:

1) Excepto que el alumno se encuentre en un grado de semilibertad, o en centros especialmente diseñados para estudiantes, su situación no les permite acceder a la red de Centros Asociados y los medios de los que estos disponen habitualmente. Exceptuando Soto del Real –único centro en el que existe un módulo específico de alumnos de la UNED-, la oferta de tutores o ayudas que ofrece la UNED en los centros asociados no son equiparables en cuanto a los medios de que disponen en las prisiones.
2) A diferencia del alumno general de la UNED, en la prisión, el alumno no tiene autonomía para decidir sobre la organización de su tiempo ni de su espacio de estudio.
3) Las condiciones de la prisión hacen que las comunicaciones que se establecen entre alumnos y profesores de la Sede Central (o tutores) sea prácticamente nula.
4) Las condiciones de seguridad impiden, en muchos centros, el uso de material electrónico o conexión a espacios de la UNED virtualizados para la enseñanza.
5) Aquellas asignaturas que exigen la realización de prácticas son prácticamente imposibles de cursar en la prisión.

martes, 27 de diciembre de 2011

ENSEÑANZA REGLADA Y FORMACIÓN

Es prioritaria la formación básica que se imparte a los internos e internas analfabetos, a los jóvenes, a las personas extranjeras y a aquellos que presentan problemas específicos para acceder a la educación, así como el fomento y potenciación de cualquier actividad educativa.

En los últimos años se ha realizado un notable esfuerzo para potenciar la actividad docente, aumentando el número de profesionales en este campo, y realizando planes de captación entre los internos menos motivados. A finales de 2009, cerca de 700 profesionales de la docencia impartían clase en los centros penitenciarios.

Enseñanza reglada no universitaria

Programas
Los programas educativos que se imparten en la Institución Penitenciaria son:
  • Programas de alfabetización para adultos.
  • Programas de consolidación de conocimientos.
  • Programas de educación secundaria para adultos.
  • Programas de alfabetización y castellano para extranjeros.
  • Bachillerato.
  • Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior.
  • Escuela Oficial de Idiomas.
Funcionamiento
La educación en el medio penitenciario parte de la misma concepción que recogen las Leyes de Ordenación general del sistema educativo español y en especial de la Ley Orgánica de Educación (LOE).
A partir de la publicación del Real Decreto 1203/1999 de integración de los Profesores de EGB de Instituciones Penitenciarias en el Cuerpo de Maestros, las Administraciones Educativas de las Comunidades Autónomas prestan, en su ámbito territorial, el servicio educativo en todos los niveles y modalidades de Educación Permanente de Adultos, de acuerdo con las necesidades y peculiaridades de cada establecimiento penitenciario.
  • En cada establecimiento penitenciario, a través de las Comisiones Mixtas de Coordinación y Seguimiento para procurar la incardinación de la programación educativa con la programación general del centro penitenciario, y garantizar la prestación del servicio educativo en unas condiciones adecuadas.
  • A través de convenios de colaboración en materia educativa, firmados con las Administraciones Educativas de las Comunidades Autónomas.
Coordinación
La Administración Penitenciaria se coordina con cada una de las Administraciones Educativas de las diferentes Comunidades Autónomas por dos vías:
Enseñanza obligatoria
Los servicios o unidades educativas, existentes en todos los establecimientos penitenciarios, determinan los cursos que deba realizar el interno o interna, que tendrá carácter obligatorio solo cuando carezcan de los conocimientos propios de la formación de las enseñanzas básicas.
Al ingresar en un establecimiento penitenciario, los internos sin titulación de enseñanza obligatoria son examinados por el profesor o profesora, para conocer su nivel de instrucción y su perfil educativo, determinando el ciclo de enseñanza obligatoria al que debe ser incluido.

 

Enseñanza reglada universitaria


Actualmente, como desarrollo de la legislación penitenciaria, hay firmado un convenio de colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), por el que las personas en prisión pueden realizar los estudios que imparte la UNED (Acceso Directo para mayores de 25 años, Grados, Titulaciones y Doctorado), en idénticas condiciones que el resto de los ciudadanos y ciudadanas. El alumno dispone de las correspondientes tutorías, apoyo a distancia y material didáctico.
Módulo UNED
En dos centros penitenciarios (Madrid V- Soto del Real y Madrid VI – Aranjuez), hay un módulo específico para alumnos de la UNED, con recursos, infraestructura y organización interna que facilitan la realización de dichos estudios.
Además, se tendrá en cuenta la normativa penitenciaria referida al Programa de Estudios Universitarios en Centros Penitenciarios por la UNED para cada curso académico indicado en la Instrucción I 12/2006 sobre “Protocolo de actuación para la programación, evaluación e incentivación de actividades y programas de tratamiento de los internos” (páginas 20 a 25) y la remisión de la Orden de servicio complementaria a la misma de fecha 26-9-07, así como la normativa complementaria que se remite durante el curso en general y para la realización de los exámenes oficiales de las diferentes convocatorias en particular.
  • Descripción: En los centros penitenciarios de Madrid V y Madrid VI hay un módulo destinado preferentemente para internos matriculados en estudios que imparte la UNED y si hay plazas sobrantes también se destina en el mismo a alumnos de bachillerato y secundaria de adultos, donde se les ofrece un ambiente formativo y cultural que favorece la realización de dichos estudios. Al cambio a los internos se les exige firmen un compromiso personal para cumplir una serie de normas de convivencia y educativas.
  • Dirigido: a internos que tengan los requisitos necesarios para realizar estudios universitarios o de bachillerato y secundaria cuando no se cubren las plazas con universitarios, que estén matriculados oficialmente y que regimentalmente puedan.
  • Duración: El tiempo que duren los estudios que esté realizando, salvo que incumpla los compromisos de convivencia o educativos existentes, en cuyo caso será trasladado a otro módulo o centro según los casos.
  • Líneas generales: El destino en dichos módulos es voluntario, pero al cambio conlleva el firmar un compromiso por escrito, como comentamos anteriormente, y por tanto un rendimiento académico, asistir a las tutorías, participar en actividades culturales y deportivas organizadas y un cumplimiento adecuado de las normas regimentales del módulo.

domingo, 25 de diciembre de 2011

CLM en vivo, por la insercción en la carcel de Herrera

http://www.youtube.com/watch?v=qlB3Prtq2AY

TIPOS DE ENSEÑANZA

 Enseñanza de idiomas. Cursos no reglados

  • Descripción: En general son cursos de idiomas, tanto extranjeros como de lenguas cooficiales

  • lenguas cooficiales, que se imparten dentro de las actividades no regladas programada por el Equipo Educativo de los centros.
  • Dirigido:A toda la población penitenciaria en función de la demanda y posibilidades de personal docente y espacios educativos.
  • Duración: curso escolar.
  • Líneas generales: Se imparten curso de lenguas cooficiales en las Comunidades Autónomas correspondientes y dentro de los cursos de lenguas extranjeras predomina el inglés, por la demanda existente.

Enseñanza abierta y de preacceso


Cursos no reglados de los que el de Aula Abierta es oficial en la UNED y se puede encontrar información en la página Web correspondiente.
  • Descripción: Los cursos de Aula Abierta son estudios de actualización de conocimientos impartidos por la UNED que no están financiado por el Convenio entre la UNED y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. El curso de Preacceso se imparte en algunos centros para preparar la prueba de Preacceso que se realiza en junio a todos aquellos internos que no reuniendo los requisitos académicos para acceder directamente al Curso de Acceso Directo para mayores de 25 (tener el Graduado Escolar de Secundaria o equivalente) desean realizarlo acogidos al Programa de estudios universitarios en centros penitenciarios para su financiación.
  • Dirigido: Los de Aula Abierta están dirigidos a toda la población penitenciaria en función del interés y las posibilidades económicas de subvencionarse los mismos. Los de Preacceso se imparten en función de la demanda y posibilidades de personal docente y espacios educativos de los centros.
  • Duración: curso escolar.
  • Líneas generales: Según lo indicado en el apartado de descripción.

Educación vial

  • Descripción: Es una ambiciosa campaña de Seguridad Vial en la Administración Penitenciaria con un enfoque principalmente educativo y formativo:
    • Para facilitar el acceso al permiso o licencia de conducción a todas aquellas personas ingresadas en centros penitenciarios y que encontraron obstáculos educativos o idiomáticos para su obtención estando en libertad.
    • Para reconducir las posibles conductas infractoras de aquellos que reconocen que con anterioridad al ingreso en prisión conducían sin poseer un título válido y quienes, probablemente, volverán a hacerlo tras su puesta en libertad, si no se hace una intervención educativa.
    • Para promover programas específicos a aquellos que efectivamente han sido condenados por no respetar las normas de la comunidad y poner en peligro la vida e integridad de otras personas.
    • Para generalizar la sensibilización y reeducación vial para todas las personas que se encuentran en nuestros centros penitenciarios, incluso, para las que sí están capacitadas para conducir, pues si para cualquier conductor es preciso el mantenimiento de los conocimientos con cursos de actualización, los largos períodos de encarcelamiento, y la ausencia práctica facilita el olvido.
    • Para hacer llegar a esta población todas las campañas de prevención y sensibilización de los daños que pueden provocar estas conductas en relación a su propia integridad y para terceras personas (víctimas y familiares).
    • Para capacitar a la conducción, ya que abre vías de inserción laboral, pues es un requisito que se plantea como imprescindible en un gran número de ofertas laborales.
  • Dirigido: Dirigido a toda la población penitenciaria en función de las necesidades personales y posibilidades de personal docente y espacios educativos.

sábado, 24 de diciembre de 2011

ESTUDIO DE LOS ALUMNOS DE LA UNED INTERNOS EN CENTROS PENITENCIARIOS

El artículo que se despliega a continuación estudia la situación y aplicación práctica del Programa de Estudios en Centros Penitenciarios (PECP) utilizado por la UNED en España. Con su exposición se pretende difundir los elementos principales que definen el modelo de educación a distancia desarrollado por la UNED en las prisiones. Para llevarlo a cabo, se analiza, inicialmente, el contexto general de la intervención. A continuación, las características socio demográficas  y académicas de los estudiantes que participan en el PECP. Seguidamente, se hace un breve recorrido por las principales características de los alumnos del estudio. Y, por último se plantean las conclusiones más significativas que atraviesan la intervención.
   A partir de esta exposición, se espera que el trabajo sirva como otra referencia de análisis práctico a aquellos que pretendan poner en marcha nuevas experiencias en un ámbito tan complejo para la educación como el de las prisiones.
   La historia de la actuación de la UNED en los centros penitenciarios se remonta a una experiencia que a finales de los años setenta se llevó a cabo en la prisión de Carabanchel (Madrid). Desde entonces, y tras más de dos décadas de trabajo continuado en este especio, el PECP se ha convertido en una intervención claramente afianzada en todo el sistema penitenciario, extendiéndose actualmente a 34 centros y 505 alumnos. La consolidación del PECP se debe, entre otros, a los siguientes factores:
·         La dependencia directa de la UNED de la Administración central del Estado (cuestión que comparte también con el sistema penitenciario) Hecho éste que facilita la gestión de aquellos aspectos relacionados con el control y la seguridad en la intervención y que,  por tanto, se convierte en un elemento vital al referirnos al contexto de las prisiones.
·         La capacidad de la UNED para actuar en todo el territorio nacional. Cuestión esta que posibilita la universalización de la actuación a los centros penitenciarios del país ( y del extranjero con población reclusa española)
·         La flexibilidad del modelo UNED para difundir sus contenidos en cualquier espacio.
·         La extensión de la oferta a un gran número de titulaciones (según el  PECP a todas las que ofrece la  UNED.
·         La gran implantación y legitimación social del modelo UNED, lo que propicia la participación y ayuda en la creación de expectativas en los alumnos.
   Todos estos factores se han ido decantando a lo largo del tiempo y le han proporcionado al PECP el soporte humano y técnico necesario para su aplicación. Ahora bien, además de la necesaria experiencia acumulada por las distintas instituciones, debemos mencionar el grado de implicación de muchos actores anónimos que son responsables también del éxito de la intervención. Nos referimos a los familiares y amigos de los presos, compañeros, maestros, trabajadores sociales y otros que les ayudan cotidianamente a superar las dificultades de estudiar en prisión.

lunes, 19 de diciembre de 2011

REEDUCARSE EN PRISION

  
Una cuarta parte de los internos estudia formación reglada en la cárcel
La falta de formación y el fracaso escolar están directamente ligados con la delincuencia. Es significativo que más de la mitad de la población carcelaria tenga educación primaria o inferior, mientras que en el total de la población adulta sólo un 16% se ha quedado en este nivel educativo.
Los expertos coinciden en que no sirve para estos presos reproducir el sistema convencional de educación reglada, porque ese esquema ya fracasó con la mayoría de ellos, según las conclusiones de un encuentro, el pasado febrero, sobre la educación en las cárceles coordinado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio de Justicia de Brasil.
Además de la situación personal de cada caso, las fechas de entrada o salida de los presos provocan que las clases cambien de número o de nivel (sobre todo en centros penitenciarios pequeños) muchas veces durante el curso. "Los profesores se van preparando gracias a su propia experiencia, pero el cursillo que reciben es insuficiente, y eso para quienes lo reciben", dice José María García Sombría, director del CEPA Clara Campoamor de la cárcel Madrid I.
El sistema de redención de penas desapareció en España en 1995. Hasta entonces, los presos reducían un día su condena por cada dos de trabajo o estudio. También se aplicaba por buena conducta, en comportamientos en los que se incluía el hecho de limpiar la celda. Esto se eliminó porque había llegado a convertirse en un "fraude de ley", según Instituciones Penitenciarias, porque "se aplicaba de forma automática y no se tenían en cuenta criterios de reinserción". Ahora también se dan recompensas, aunque a medio y largo plazo: consecución de permisos o adelanto de la libertad condicional.
Tampoco se nota mucho el cambio: en 1994 estudiaban en las cárceles españolas el 27,3% de los presos, y en 2004, el 24% de los internos. Alberto es un joven mexicano que estudia en Soto el acceso a la Universidad para mayores de 25 años. Alrededor del 40% de los matriculados en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) el año pasado lo estaban en el curso de acceso. "Haré filología", dice Alberto, que lleva dos años sin ver a ningún familiar y dice encontrar en los libros su mejor apoyo. De los 1.300 presos matriculados en la UNED, siete obtuvieron el título el año pasado. Tres en Derecho, dos en Educación Social, uno en Turismo y otro en Historia. Para Antonio Viedma, director del Programa de Centros Penitenciarios de la UNED, es "una ratio positiva, ya que alrededor de 530 pertenecen a los cursos de acceso". "¿Por qué turismo? Porque España es un país de turistas, ¿no?", responde un chico turco en la sala de informática, un poco destartalada, de la cárcel de Soto. Llegó a la prisión sin los estudios de bachillerato y ya está terminando carrera y condena, con una alegría contagiosa en la mirada.

domingo, 18 de diciembre de 2011

INTRODUCCIÓN

La pregunta ¿para qué una escuela en la cárcel? recibió, a lo largo de la época estudiada, diferentes respuestas: la ignorancia genera delincuentes y el delito es producto del medio social, la educación ayuda a la socialización y reinserción en la sociedad, capacita laboralmente al preso y, mucho más recientemente, porque la educación beneficia al detenido colaborando con la disminución de la pena. Asimismo, ya que se inscribe en la modalidad de la educación de Adultos, nos remite a un aspecto básico de la misma: el analfabetismo.